La convivencia entre un plan grupal y un servicio individualizado se presenta como una estrategia de lo más acertada para hacer crecer tu negocio.
Al poner en marcha un negocio dedicado a la prestación de un servicio -formación, asesoramiento, soluciones informáticas…-, muchos emprendedores se enfrentan a un gran dilema. Por un lado, la opción de ofrecer un programa grupal que, a modo de paquete, permita abaratar las tarifas y ampliar el número de clientes. Por otro, decantarse por un producto o servicio premium, que marque la diferencia ofreciendo al cliente un trato exclusivo y personalizado.
¿Por qué decisión decantarse? La realidad es que ambas opciones pueden ser beneficiosas para el negocio, y que, como en otros muchos aspectos de la vida, la virtud se encuentra en el equilibrio. El modelo perfecto incluye las dos vertientes.
Así, los expertos aconsejan contar “con un programa individual para atraer a un público premium y ofrecerle una atención 100% personalizada”, y combinarlo “con uno o dos programas grupales que te permitan escalar los resultados del negocio.
Las ventajas de contar con ambos modelos en tu negocio de servicios
La principal ventaja de ofrecer a los clientes de tu negocio de servicios un plan grupal es la comunidad y la posibilidad de alcanzar una base de clientes más amplia. Así, un programa grupal permite al cliente contar con el apoyo de una comunidad de personas que se encuentran en su misma situación y que, desde su propia experiencia, pueden aportarle perspectivas diferentes.
En paralelo, un plan grupal permite a los emprendedores encontrar clientes y proveedores y aumentar, así, su lista de contactos a través de un networking que se produce de forma natural.
Además, la proporción de trabajo que requiere la elaboración de un plan grupal es bastante menor que si ese mismo servicio se ofreciera de manera individualizada. Sin embargo para triunfar con los primeros, deberemos atraer a un mayor número de clientes y preparar acciones especialmente destinadas a audiencias más amplias.
A pesar de ello, una de las ventajas de ofrecer un plan grupal es la facilidad para escalar con tu negocio de servicios. Lo podemos ver con un ejemplo muy sencillo. Un profesor puede cobrar 40 € por clase individual y 20 € por clase grupal, siendo ambas de una hora. En el momento en el que consigue cuatro alumnos para esta última, está ingresando 80 € por hora. El profesor duplica sus ingresos y el alumno tiene un precio más asequible porque comparte gastos con el resto de alumnos, explica.
¿Y los servicios premium?
Por el contrario, los servicios premium, caracterizados por la personalización y una atención al cliente mucho más íntima, permiten ofrecer un “acompañamiento personalizado y adaptado a sus necesidades.” Este tipo de servicios presentan unos precios más altos, pero están pensados para un público que valora la pericia del emprendedor y la atención personalizada.
En este sentido, la personalización de productos y servicios se ha convertido en una verdadera tendencia en el mercado, con ventajas como el valor añadido, la originalidad o la capacidad de adaptar el servicio en función de las necesidades que el cliente pueda ir encontrando por el camino.
