Cada año, la Agencia Tributaria emite un cuadro de retenciones que los autónomos deben aplicar en sus facturas para adelantar el pago del IRPF. Normalmente, los autónomos deben retener un 15% sobre su base imponible como adelanto al impuesto, el cual se ajusta en la declaración de la RENTA.
El Certificado de Retenciones del IRPF es un documento que contiene información detallada sobre las retenciones aplicadas por el autónomo en sus facturas a lo largo del año. Este certificado es esencial para el autónomo, ya que cumple varias funciones:
- Control y registro: El Certificado de Retenciones permite al autónomo llevar un registro preciso de las retenciones aplicadas, facilitando la correcta presentación de la declaración anual de la RENTA.
- Declaración de la RENTA: Al presentar la declaración de IRPF, el autónomo debe incluir la información de las retenciones aplicadas. Si ha retenido más de lo debido, recibirá una devolución, pero si ha retenido menos, deberá pagar la diferencia.
Algunas excepciones permiten a ciertos autónomos aplicar una retención inferior al 15%. Estos casos son:
- Autónomos recién iniciados: Pueden aplicar una retención del 7% durante el primer año de actividad y los dos siguientes. No obstante, pueden optar por el 15% si así lo desean.
- Autónomos del arte y la cultura: Con el Real Decreto 31/2023, se redujo la retención del 15% al 7% para autónomos vinculados a las «artes escénicas, audiovisuales y musicales», siempre que sus rendimientos netos sean inferiores a 15.000 euros.
- Otras actividades económicas: Algunas actividades agrarias pueden aplicar retenciones del 2% o 1% en sus facturas.
Es importante tener en cuenta que aplicar una retención inferior al 15% puede tener ventajas y desventajas, por lo que es aconsejable consultar a un asesor fiscal para tomar la decisión más adecuada según las circunstancias particulares de cada autónomo.
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