Ser autónomo conlleva una serie de responsabilidades, entre las cuales se encuentra la necesidad de cuidar tu propia seguridad y salud en el trabajo. Sin embargo, las obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales varían según tu situación particular. En este artículo, abordaremos las pautas para los autónomos que trabajan solos en su propio espacio y aquellos que colaboran con otras empresas.
Trabajadores Autónomos que Trabajan en Solitario
Si eres un autónomo que trabaja en un espacio propio, sin empleados a tu cargo y sin prestar servicios en instalaciones ajenas, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) no se aplica directamente a ti. Esto significa que no estás obligado a contratar una empresa de prevención de riesgos laborales ni a elaborar un plan de prevención específico.
A pesar de esta exención, es esencial que los materiales y equipos que utilizas cumplan con ciertos estándares de seguridad. Debes utilizar Equipos de Protección Individual (EPIs) como gafas de seguridad, guantes, tapones para los oídos, casco, botas de seguridad, u otros según corresponda. Estos EPIs deben cumplir con requisitos específicos de diseño y fabricación, que se detallan en el marco legal del Real Decreto 773/1997.
Autónomos que Colaboran con Otras Empresas
Si eres un autónomo que trabaja en un espacio proporcionado por otra empresa o entidad, debes ser informado sobre los riesgos que pueden afectarte debido a la interacción con otros trabajadores en ese lugar. Además, tienes derecho a conocer todas las medidas preventivas y de emergencia en el lugar de trabajo.
La responsabilidad de informarte sobre los riesgos y las medidas preventivas recae en el empleador del centro de trabajo al que asistes. A su vez, tú también debes informar sobre los riesgos que tu actividad o herramientas de trabajo puedan presentar para las personas con las que compartes el espacio de trabajo.
En resumen, debes considerar ciertas obligaciones, como prestar atención a la información proporcionada por la empresa anfitriona y cumplir con las directrices de seguridad. Esto contribuye a mantener la seguridad en el lugar de trabajo.
Coordinación de Actividades Empresariales
Cuando trabajas en el mismo lugar que otros trabajadores de distintas empresas, es esencial seguir la normativa de Coordinación de Actividades Empresariales. Esto implica proporcionar información sobre los riesgos específicos de tu actividad y cómo pueden afectar a otros trabajadores en ese espacio laboral. La coordinación es necesaria para garantizar la seguridad en un entorno compartido.
Autónomos en el Sector de la Construcción
Los autónomos que trabajan en el sector de la construcción tienen obligaciones adicionales según el Real Decreto 1627/1997, que establece disposiciones mínimas de seguridad y salud en obras de construcción. Debes cumplir con estas regulaciones para garantizar tu seguridad y la de los demás en el lugar de trabajo.
Formación en Riesgos Laborales
Aunque la formación en prevención de riesgos laborales no sea obligatoria para autónomos que trabajan solos en su espacio, es altamente recomendable. La formación te ayudará a comprender y prevenir los riesgos asociados con tu actividad y a cuidar de tu seguridad y la de terceras personas.
En conclusión, los autónomos tienen diferentes obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales según su situación laboral y el tipo de actividad que realizan. Mantener un ambiente seguro en el lugar de trabajo es fundamental para proteger tu bienestar y el de quienes te rodean. La colaboración y la coordinación con otras empresas son claves para garantizar un entorno de trabajo seguro y saludable.
